La frase

"Décadas prodigiosas".



Línea de cuatro

Línea de cuatro

domingo, 28 de febrero de 2010

Jamón, jamón.

Cuando naces humilde, cuando los medios son humildes, cuando tu espacio es humilde, cuando los recursos son humildes. O coges el petate, o te quedas con sobredosis de humildad.
Él lo cogió. Se vino al alquitrán, a la urbe, a lo desconocido, y como los hombres se buscó la vida, por cuenta propia.
Tengo muchos y buenos momentos, pasará a la historia de mis recuerdos el día en que, junto con nuestras respectivas proles, degustamos el jamón de la tía Marisa. A partir de ese día, certificado como denominación de origen. Lo regamos con sendas botellas de Ribera del Duero, sólo para adultos por supuesto.
Motse, su consorte, "con moita sorte para él", para no hacer aquello de plato único, nos ofreció carpaccio regado con aceite de oliva virgen extra, huevos de codorniz... "la nouvelle cuisine" creo que se llama.
Es Moncho, el que aparece con un servidor en la foto de la semana. Hoy en plena encrucijada, con un ojo en el retrovisor y el otro planeando nuevos retos, nuevas sensaciones, nuevas emociones, nuevos compromisos.
Le saldrá bien, tendrá éxito, porque desde que cogió el petate, no sabe lo que es fracaso, porque sólo fracasan los que no lo intentan, los cobardes, los que no perseveran, los acomodados, los que no están hasta el último momento como si le quedara quince años más en la empresa, los que no preparan cada reunión como si le quedaran setecientas, los que no se vuelcan con sus compañeros, los que no se comprometen, los que se abandonan, los que no sienten, los que no aman su profesión.
Tuyo es el futuro, nuestra, la amistad.
Mis queridos amigos, nos vemos.

sábado, 27 de febrero de 2010

Propuestas, debuts y traslados.

Acaba la semana. Semana de noticias, de rumores, de contactos, de pensar, de decidir, de debuts, de traslados. Pongamos todo en orden amigos.
El martes fui a buscar a David al entrenamiento y de vuelta a casa, recibí una llamada telefónica. Era una llamada de la que me habían advertido no menos de cinco personas durante los últimos días.
Se identificó como directivo del C.D. Castro. Requería una reunión urgente con mi persona, y la urgencia fue tanta, que quedamos media hora después.
Los detalles me los voy a saltar, presenté mi propuesta. Hablamos al día siguiente por la mañana. Quedamos en volver a hablar a lo largo del día, pero ya no se produjo la entrevista.
Y se acabó la historia. Agradecido a los que afirmaron antes de firmar. Las prisas emocionales les pudieron.
El jueves debuté después de añós. Volvió el fútbol a mis piernas, experimenté la sensación de jugar por primera vez en hierba sintética. Sensaciones extrañas pero agradables, las agujetas duran todavía.
Al día siguiente, nos enteramos del nuevo destino de Moreno y Vanessa.
La verdad es que estamos diseñando un plan estratégico casi perfecto. Estamos posicionando el espíritu Outeiro de forma impecable.
En la zona mediterránea estaréis de lo más cómodo. Valencia es una ciudad donde el otoño se enlaza con la primavera, ignorando al invierno, a la espera de un verano esplendoroso.
Más noticias de traslados, el censo lucense incorpora nuevos vecinos al bloguero y su familia. Vuelven los vecinos de verdad, a los que interrumpes en cualquier momento con la disculpa de: " me quedé sin sal", " no tendrás un poquito de aceite de oliva extra virgen para la ensalada..." Sed bienvenidos los inquilinos de Rábade.
Mis queridos amigos, nos vemos.

domingo, 21 de febrero de 2010

Sin fútbol

Llevo ya un montón de domingos sin fútbol, tantos como veintitrés. Parecen muchos. A decir verdad, son muchos. Sin fútbol en directo, sin charlas pre partido, sin contacto con jugones, sin sensaciones de entrenador. Las buenas y las malas. Las de los domingos de dormir tarde, dándole vueltas al partido, buscando alternativas a lo mejorable, preparando la semana de entrenamientos.
¿Qué si lo echo de menos? ¿Me estáis preguntando? Que malos sois. Pues si. Son muchos años, quizás demasiados.
Los domingos son distintos, estoy haciendo otras cosas, ya os lo contaré. Me estoy preparando para nuevos retos, nuevos proyectos.
Necesitaba este descanso, aunque hasta que no te llega, no te das cuenta de la necesidad.
Volveré, no tengo dudas. Con más fuerza y mejor preparado.
No veo excesivo fútbol, creo que el descanso también requiere seleccionar lo que quieres ver.
Espero no acostumbrarme en exceso a estar en casa a las ocho de la tarde y no volver a salir. Estoy tranquilo por eso, cuando en mi vida se han producido cambios, he sabido adaptarme a las nuevas situaciones, y cuando he tenido que volver a incorporarme a otra actividad deportiva, lo he hecho sin agujetas ni pereza.
Tengo muchas ideas en la cabeza, pienso en fútbol durante muchas horas al día, pero miro hacia delante. Mi cabeza ahora piensa en nuevos registros, nuevas experiencias. Pensar, leer, en definitiva prepararte para las oportunidades que te dé el futuro, me motivan para buscar la mejora, el ser competitivo, el no defraudar a los demás, en enseñar a todos los futbolistas que me esperan.
Gracias a mi familia por esta sobredosis inesperada. Gracias por no tener la sensación de estorbar en casa a horas poco frecuentadas. Gracias por animarme sin tener resultados que lo justifiquen. Gracias por salir siempre en el periódico de mi casa como el entrenador de la semana sin pisar el banquillo.
Mi foto semanal es para una gran protagonista. La conocí por el fútbol. El fútbol me ha hecho muchos regalos.
Mis queridos amigos, nos vemos.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Josiño


Cuando lo vi la primera vez, estaba en el córner izquierdo de su portería. Comenzó a correr. Traspasó el medio campo. Se internó en campo contrario, por supuesto seguía corriendo. Llegó al área contraria. Hizo una pronunciada curva y siguió corriendo hacia su campo. Pasó como una exhalación al lado de los banquillos. Siguió su cabalgada hasta el corner derecho de su portería. Allí le perdí la pista, más por cansancio mío. Eso sí, el balón ni lo vio.
Ya sabéis a quien me refiero, o noso Josiño.
Cuerpo escultural, abdominales pronunciados, físico de maratoniano, todo explosión, carácter, temperamento y como decimos en mi tierra "un cachu pan", traducido, un gran chaval.
El equipo lo necesitaba tanto como él necesitaba al equipo. Era un amor con turbulencias, con idas y venidas, con encuentros y desencuentros. Al fin y al cabo, un amor de lo más normal.
Le quise como entrenador y le quiero ahora y mucho como amigo. No tengo contacto permanente, pero es de los jugadores que te influyen, a los que recuerdas, los que te persiguen y a los que sigues su evolución.
Al fin y al cabo si como entrenador, no te detienes en este jugador, no creo que valga la pena dirigir e influir de manera positiva en las personas.
Influimos estoy seguro, porque él lo necesitaba y humildemente lo digo, lo merecía.
Os lo presento, hoy es mi protagonista, porque mis noticias es que profesionalmente, no le tocan buenos momentos. Toca animarlo, mimarlo, que sienta nuestra presencia, que sienta nuestro cálido aliento, para que encuentre rápido su espacio. Después, ya sabéis, cuando todo le sonría como merece, caña cuando tambien lo merezca y necesite.
Suerte Jose, hay mucha gente detrás.
Mis queridos amigos, nos vemos.

lunes, 15 de febrero de 2010

Cuarta planta

Trasiego de enfermeras, médicos, auxiliares, camilleros, responsables de mantenimiento, ascensoristas, empleados de limpieza, pacientes, impacientes, familiares, gente de paso. Un mundo, una ciudad, un caos organizado, es un hospital.
Son las ocho y cuarenta cuando entra en la habitación un amable camillero, con una sonrisa optimista que amortigua el nerviosismo de cuarenta minutos de retraso sobre el horario previsto. El reloj no tiene validez en este escenario. Espera el quirofano, espera la sala de espera, espera un tiempo sin limite, espera una aproximación, espera una espera que desespera. A las once cuarenta, la llamada esperada. El cirujano aparece. Tuvimos suerte, nos toco el médico, con el que vas a pasar los siguientes noventa segundos de tu vida, pero con la sensación de quedarse contigo toda la mañana. La diferencia es que ese minuto y medio con otro, tendrías una sensación de infidelidad constante, él está contigo, pero pensando en otro.
Para un observador incipiente como yo, estar en un escenario como este, supone una riqueza indiscutible. Vivirla como hijo, no es aconsejable.
Los daños colaterales de estar ingresado, se acentúan, las dudas aparecen, son algo consustancial al lugar donde te encuentras. Sólo buscas que te solucionen cualquier atisbo de dolor, de miedo, de inseguridad.
Buscas cariño, buscas una sonrisa, muchas veces más importante que cualquier analgésico. No siempre aparecen, cada uno interpreta su profesión como cree conveniente, pero la profesionalidad es alta, la organización notable, y el médico, si aparece, convierte el día en el día perfecto. Recargas las baterias para veinticuatro horas más.
Las cosas van mejor, gracias a los que os habéis preocupado, incluso gracias a los que habéis pensado. Yo me he acordado de todos desde la cuarta planta, desde la 419, en que me he concentrado para un partido importante.
Mis queridos amigos, nos vemos.

domingo, 7 de febrero de 2010

Padres


Cuando tenía la edad de David, empezó mi vida en el fútbol. Buscaban jugadores para formar un nuevo equipo, y allí nos fuimos mi hermano y yo. El primer partido fue en el campo del Portuarios, un equipo que jugaba muy cerca del puerto gijonés de El Musel.
Vestíamos unas camisetas blancas, con la publicidad de una tienda de deporte que se llamaba As. Yo jugué de extremo derecho y creo recordar que marqué un gol.
A partir de ese día, me consideré futbolista.
El equipo C.D. La Braña. Nos quedaba a media hora aproximadamente de casa. Comenzamos a jugar en campos de todo tipo, pero sobre todo con barro, mucho barro en invierno. Fueron muchos los kilos y kilos de ropa que mi madre tuvo que gestionar, antes de introducirla en la lavadora. Muchos fueron los pares de botas, que mi padre engrasó, antes de los partidos.
Uno es futbolista, no solo por el esfuerzo personal, por las ganas e ilusión que tienes, también lo es por el ambiente que te rodea y que posibilita el transporte a los campos, la recogida en los días de duro invierno, las charlas constantes de fútbol en mi casa...
Hoy me veo como hacían, hace muchos años, mis padres.
Domingo, me levanto a las 7,30. A las 8,30 dejo a David en la cheda, el autobús para Vilalba no espera. Inmediatamente me voy a recoger a Natalia y a Carmen, la siguiente parada es en casa de Lidia y Uxia. Dejamos a Carmen que se va a jugar A Coruña. Parada rápida y a Vilalba. Partido del mejor portero del mundo, por lo menos del que más ilusión tiene, del que mejor cara pone cuando le meten un gol, del que saluda a todos y cada uno de sus rivales al acabar el partido, del que cuando hace una parada que sabe importante, me mira con un orgullo inocente que me emociona.
Desde Vilalba, ducha rápida, y para A Coruña, llegada al polideportivo del liceo, con el primer set empezado. Esa Carmen, capitana, responsable, autocrítica como nadie. Quiere la perfección, la busca como si a los 13 años, fuera tan fácil conseguirla. Tal y como entrena, tal y como ama a este deporte, la encontrará, aparecerá una mañana en el pabellón y se sentirá tan importante y satisfecha que lo compartirá con sus compañeras, que están encontrando, igual que ella, seguridad no sólo en el deporte, también en la vida.
Gracias a mi padre y a mi madre, por enseñarme cual es el camino.
Os los presento, son mis protagonistas en la foto.
Semana dificil, semana de embite, semana de miedos, también. Ojala tenga suerte, ojala pueda venir pronto a la Cheda y al pabellón.
Mis queridos amigos, nos vemos

viernes, 5 de febrero de 2010

Fin de semana

Mono de blog, mono de fútbol, mono de amigos, mono de familia. El trabajo, o mejor dicho una semana al año de concentración, de unificación de criterios, te aleja del día a día, muchas veces rutinario pero necesario para estar al corriente de todas las cuestiones que te afectan.
Santiago es una ciudad maravillosa, hasta con lluvia. En todo caso no relacionarlos, no sería del todo justo.
Llegada con cierta resaca, no voy a compararla con otras actuaciones, pero aquí también existe el compañerismo y la solidaridad a la hora de alternar después de media noche. Lo dejaremos así, finamente.
Estamos a las puertas de otro fin de semana. Los futboleros, preparando sus mejores galas, las botas con el betún adecuado, los tacos ajustados, ese golpe del último partido, casi recuperado. Los que ganasteis, con la sensación de seguridad que transmite el último resultado y a los que no les fue tan bien, esperando la oportunidad que siempre brinda el fútbol cada siete días.
Para los que veis el fin de semana sinonimo de descanso, incluso de fútbol pero de otra forma, tambien bienvenidos a este pequeño oasis de recuperación, de poner las ideas en orden, de dormir las horas robadas de la semana.
Para mí, fin de semana de correr detrás de dos personajes que ponen hora a mi agenda, sábados y domingos. En todo caso, siempre con gusto. Durante muchos años, fui yo el que los subía a un autobús, sin preguntarles si tenían billete.
Aprovechar el finde, como popularmente lo llamamos, recuperar los minutos, no perdidos, pero sí descuidados que nos hemos dejado durante la semana.
El lunes todavía queda tan lejano, que no merece la pena que nos anticipemos a algo que todavía no llegó.
Mis queridos amigos, nos vemos.