La frase

"Décadas prodigiosas".



Línea de cuatro

Línea de cuatro

lunes, 26 de abril de 2010

Seguridad.

Cuando un portero se sujeta al palo, está transmitiendo dos mensajes.
El primero hacia dentro, hacia si mismo. Necesita seguridad, necesita apoyarse en algo lo suficientemente estable que le transmita equilibrio, necesita un punto de apoyo para realizar mejor su función.
El segundo mensaje es hacia fuera, hacia el resto de personas o competidores. Ese palo es infranqueable, ese palo no se negocia. No admite titubeos.
Las personas con el paso del tiempo, nos vamos acercando a palos seguros, estables, que nos proporcionan estabilidad.
No es fácil conseguirla, aparece en muchos casos, sin tener la sensación de buscarla. Pero es mentira. Todos buscamos en cada una de nuestras acciones, señales inequivocas que nos permitan alcanzarla, que nos oriente en nuestro camino, profesional o personal.
Necesitamos tantos palos como situaciones vivamos. Esos palos a menudo son nuestra familia, la escogida y la sanguínea, nuestros amigos, nuestro trabajo, nuestras aficiones.
La estabilidad es la suma de todas estas circunstancias. Feliz se pueden sentir aquellos cuya suma le permite vivir muchos momentos, con muchos apoyos, con infinidad de palos robustos y duraderos.
Como al portero, a veces es en ese palo, donde encaja algún duro golpe en forma de gol. Aquello que cuidas con tanto esmero, se vuelve frágil y la desconfianza sustituye a la soñada estabilidad.
También a los demás en alguna ocasión ese palo fuerte y sano se torna en vulnerable y se nos cae. Momento de dudas, de inseguridad, de desconfianza. Si el resto de palos, siguen fuertes, pueden atenuar nunca sustituir. Goles inesperados, goles esperados, goles que valen títulos, goles que valen vidas, goles encajados, goles ...
Cuidemos ese primer palo, no nos asegura una estabilidad total, pero es la que más se acerca.
Mis queridos amigos, nos vemos.

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