La frase

"Décadas prodigiosas".



Línea de cuatro

Línea de cuatro

martes, 28 de septiembre de 2010

Luis


A estas horas en Oklahoma deben de ser las tres de la tarde, que suerte, todavía le queda una tarde entera a Luisete y yo estoy casi con un pie en la cama.
Es Luis, os hablé de él de forma rápida hace un par de blogs.
Hace un año nos amenazó, sobre todo a sus padres, con ir a hacer primero de bac en compañia de los yankis. Son esas cosas que dice un adolescente y que lo vas enfriando en la nevera a la espera de cordura, pensarlo mejor y acojone según pasa el tiempo.
Ni por esas.
El tres de agosto culminó un camino de espera, cogiéndose una avión para Oklahoma, previo tránsito en Washington, creo que se escribe así.
Alucinante. Todos asombrados, o por lo menos yo. Que arrestos. No sé si se hace por ignorancia o por tener las cosas claras. Me da igual, probablemente haya un poco de todo. Pero en mi etapa de adolescente, he tenido ídolos que han hecho mucho menos que Luis, con sólo 15 años.
Tardó aproximadamente dos horas y media en adaptarse. Ni cambio horario, ni idioma, ni familia propia, ni familia ajena, ni nuevo instituto, ni nuevos compañeros, ni nuevo país, ni nuevo continente.
Hablas con él, lo ves, gracias internet, y tiene la misma cara de felicidad como después de acabar un partido de hockey en su Liceo, como cuando lo veías en su Matogrande con sus colegas, como cuando jugaba con David y Carmen en Matela, como siempre.
Admiro a estos adolescentes que nos asombran con equilibrismos que marean. Admiro a inconscientes sobradamente preparados que se buscan la vida por cuenta propia. Admiro a los inquilinos del 5ºB de Matogrande, ¡aguanten firmes!, sois un ejemplo para los cuñados que esperan turno.
Buenas tardes Luisete, buenas noches y hasta mañana amigos.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Ojos limpios


Sin impurezas mediáticas, sin prejuicios rancios. Si, respetando los gustos, si, respetando los colores.
Cuanto menos los jugadores, los entrenadores, gente de fútbol y aficionados con vocación perfeccionista.
Todos obligados a mantener los ojos limpios, neutrales y ávidos de contemplar estilos, de valorarlos, de enjuiciarlos, de criticarlos.
Ojos limpios de forofismos, ojos comprometidos con el espectáculo, con el fútbol combinado, ausente de dudas, con el fútbol replegado, riqueza defensiva, con el fútbol presionante, resistencia al límite, con el fútbol de contraataque, engaño al adversario, con el fútbol vertical, golpeos dirigidos.
Todos válidos, todos exigentes, todos entrenables, todos lícitos.
Ojos limpios a la belleza con argumentos. Fútbol con pasión, pero sin apasionamiento.
Fútbol sin retrovisor, sin diarios, sin engaños.
Fútbol con respeto, sin especular, con atrevimiento, sin desafiar.
Ojos limpios, mirada limpia, para ver el espectáculo, ahora en el este, mañana en el centro, pasado en el oeste, o en el sur. No envidiemos nada, el ciclo de la vida no se para, si no lo hacemos, perderemos la oportunidad de mejorar, de superarnos, de disfrutar.
Para los que aman el fútbol, sobre todas las cosas.
Mis queridos amigos, nos vemos.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Ana


Lleva poco más de un mes en Irlanda. Dijo que se iba y se fue. Realmente los que estamos más o menos en su entorno, no estamos desacostumbrados a ese impuso natural que posee esta madrileña - coruñesa - vivariense y ahora ciudadana de Europa.
No siempre estoy de acuerdo con ella, hemos discutido, hemos conversado, hemos compartido y hemos discrepado, pero desde luego, que la admiro.
Admiro a todas esas personas que se van a buscar su vida por cuenta propia, admiro a la esponteneidad, admiro el paso hacia delante, admiro al atrevimiento, admiro la osadía, y de esto Ana, es experta.
Estoy seguro que ahora a tres horas de vuelo, habrá hecho examen de conciencia. Demasiadas broncas gratuitas, demasiados desplantes, demasiadas salidas de pata de banco, con los que más la quieren, sus padres.
Todo perdonable evidentemente. Esta aspirante a volar muy alto, volverá a casa, para iniciar otra aventura, otra etapa. Los demás la observaremos deseándole suerte, advirtiéndole de los peligros, prestos a ayudarla. Pero será sólo ella la que decida, la que explore nuevos mundos.
Añoramos su presencia, sentimos su ausencia, Carmen y David sobremanera, pero es su destino actual y ojala lo aproveche y se enriquezca de él.
No quiero olvidarme de Luis, su hermano, otro caso, para mi, increible. No os quiero adelantar nada. Tendrá su protagonismo pronto.
Quería que conociérais a una chica de casi veinte años, vital, guapa, cariñosa y ahora dedicada a la formación, al ocio, a la aventura, y sobre todo, a vivir.
Mis queridos amigos, nos vemos.