Si, ya lo sé, suman 46. Hoy no podía faltar a mi cita bloguera. Hoy es un día especial, es de esos que subrayas en el calendario, casi con el mismo entusiamo que tu cumpleaños o el de tu gente.
A decir verdad, no soy dado a festines ni comunicaciones altisonantes en esta fecha. Lo llevo más bien calladamente.
Pero hoy debo transmitirlo para que cuanto menos, quede grabado en este improvisado memorial que me monté hace ocho meses.
Este es el día en que fronterizo nuevamente con los números. Hoy hace 23 años que llegué a Galicia, o lo que es lo mismo este es el día en que se equilibra el proyecto de vida que uno se plantea al nacer.
No creo que vuelva a dividir mi existencia de forma tan calculada, por lo que hoy es un día muy especial.
Salí a las nueve de la mañana del 25 de agosto de 1987, de copiloto del ford fiesta azul metalizado O-0842-W, al volante, mi padre. Mi vestuario, chandal azul marino de la selección francesa, marca Le coq sportive, por aquel entonces uno idolatraba al capitan de esa selección, Michel Platini, hoy presidente de la uefa.
Llegué a Carballo, previa parada en casa Consuelo en Otur, a media tarde.
Ahí comenzó mi periplo galaico, que dura hasta hoy. Cruce el puente de los santos, sólo con billete de ida, pero pensando en la vuelta. La vuelta la hago con frecuencia, pero ya acompañado por los de la foto.
Otro día os cuento mi año en Carballo. Da para varios blogs.
Hay fechas que marcan, hoy el protagonismo lo lleva esa suma mágica, 23 + 23 = 46.
Mis queridos amigos, nos vemos.