La frase

"Décadas prodigiosas".



Línea de cuatro

Línea de cuatro

lunes, 11 de marzo de 2013

Voluntarios


La empatía es una cualidad que posee el ser humano, a decir verdad no viene de serie como los elevalunas de los automóviles, unos nacen con ella, otros la cultivan cada día y hay personas que viven empaticamente las 24 horas del día.
Empatía (diccionario esencial de la lengua española, editorial Santillana), capacidad de experimentar en uno mismo los sentimientos de otra persona, de ponerse uno mismo en el lugar del otro.
Esto es lo que hacen continua y constantemente los voluntarios de ASCOL, esta asociación que me he echado a la cara literalmente este último mes.
Cuando te metes hasta las entrañas en un hospital, esperas un servicio médico ejemplar y na atención perfecta. Con lo que no cuentas es que alguien te escuche y que alguien repare en tu problema, estar a 500 kilómetros de tu casa.
 Eso,queridos amigos, no esta en las condiciones de tu contrato con la seguridad social.
 Las medicinas, la legión de enfermeros y enfermeras, el batallón de auxiliares de clínica, el escuadrón de personal de limpieza, eso si está cobrado en tu nómina y por tanto es un servicio al que estamos acostumbrados.
Lo de los voluntarios, lo de las asociaciones, es poco creible hasta que te las encuentras, mejor dicho hasta que ves la necesidad de que existan, hasta que te buscan para preguntar si te pueden ayudar.
En Salamanca, con el dolor de la enfermedad, nos encontramos perdidos, despistados, desorientados.
Aparecieron para poner rumbo y sentido a nuestro pesar. A que los problemas domésticos no se amplificaran y a que nuestras energías y fuerzas estuvieran solo en la habitación 455.
Debe de ser enormemente satisfactorio acostarse cada día con la convicción de haber ayudado a sentirse mejor aunque sea a una sola persona. Admiro su capacidad altruista, su sonrisa permanente, su cariño constante. Debo de añadir que tienen un efecto multiplicador, diría que contagioso. Si estás cerca de ellos, te vuelves como ellos, es altamente peligrosa su presencia. Te vuelven bondadoso, generoso y empático. Gracias ASCOL, creo que soy un poco mejor persona desde que me tropecé con vosotros en la cuarta planta.
Mis queridos amigos, nos vemos.