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Acabadas las vacaciones, me incorporo a mis obligaciones. Perezoso en el uso del blog aunque el ipod y el portátil no faltaron en la maleta.

Seáis todos bien hallados, suerte en la dura tarea de enfrentarse a la realidad.

Yo lo he hecho esta mañana sin resaca estival, emprendiendo la aventura de empezar, preparando la mente para nuevas aventuras que nos depare el destino.

Atrás quedaron nuestras vacaciones, para los niños y Natalia, continúan en Viveiro, para un servidor a media jornada también.

Recorrimos este año de oeste a este la piel de toro, repasamos el tapéo en la calle laurel en Logroño, visitamos la ciudad condal, bella, espléndida. Disfrutamos del mediterráneo en su plenitud, pisamos el sur de Francia, nos perdimos en la moncloa, la de Cacabelos, degustando su tortilla guisada y su empanada de patata caliente, nos plantamos en tierras cepedanas y finalizamos en la playa de Covas, a cien metros en chanclas, toalla, bañador y gafas de bucear. Finaliza el verano en Naseiro, ver foto, manifestación gastronómica y algo de bebida...

No hay queja, somos privilegiados, ojala que todos vosotros hayáis sido también merecedores del descanso y del placer de viajar.

Mis queridos amigos, nos vemos.