Amigos

Es Moruelos, no, no es un error tipográfico, es así como lo llamaba David. Ya sabéis, para los niños pequeños el exceso de vocales los lía un poco. Yo se lo simplifiqué y le dije que lo podía llamar Moure.
Hoy, si fuera un entrenador resultadista, estaría preocupado, pero como no lo es, ya está preparando el entrenamiento siguiente, contando las fuerzas vivas con las que rendir cuentas el próximo domingo.
Eso, y el saber que su deber es seguir mejorando las condiciones de cada futbolista; es ayudar desde su labor de gran entrenador a mejorar la formación de futbolistas del club; es trabajar con sus compañeros entrenadores para la consecución de los objetivos diarios. Hacer futbolistas.
En mi casa siempre hay una silla para él, y cuando no está, siempre se le espera.
Conviví muchos años en Outeiro. Él era el poli bueno. El malo os lo podéis imaginar. Amigo leal donde los haya. Llegamos a ser pareja de hecho, la separación no fue dolorosa, fue más bien necesaria.
Me alegro de haber estado tan cerca y durante tantos años. Me precio de conocerlo bien, él me conoce sobradamente.
Me lo presentó Monchete, nos ibamos de cena y el fútbol era monotema. Me sentía muy comodo con ellos y me hacían sentir importante. En nuestras tertulias soñabamos con un fútbol profesional donde nos sentiamos protagonistas. Por supuesto Monchete sería nuestro representante.
Monchete fue mi primer amigo en Lugo fuera del fútbol. Muy pronto congeniamos gracias a nuestras novias por entonces, Montse y Natalia, que compartían trabajo.
Con Monchete me pasa algo increible, es vernos, abrazarnos y reir durante toda la noche, es fantástico.
Muchas tortillas y tablas compartimos de solteros y casados. Ahora ya somos ocho, los chicos ya tienen autonomía y piden mesa propia. Carmen y David se llevan muy bien con Clarita y Carlos.
Hoy no es buen día para ellos. El destino les dio un zarpazo y se llevo al padre de Montse, sin avisar, sin contarlo. Muy duro.
No hay consuelo, pero si hubiera un poco, se me ocurre pensar en que se fue elegantemente, disfrutando de él hasta minutos antes. Gran entereza y dignidad Montsiña. Junto al dolor tiene que aparecer aunque sea pequeño, un punto de sosiego y tranquilidad.
Un beso Montse, un beso Moncho.
Mis queridos amigos, nos vemos.