Profundidad y Amplitud

Son términos, en mi opinión, básicos en el juego ofensivo de un equipo.
Ambos aseguran innumerables posibilidades cuando tienes el balón. A la hora de atacar, interesa que la disposición de un equipo se alargue lo más posible.
Contrariamente al ideal defensivo de un equipo, que lo haga con las lineas muy juntas. Si atacamos, interesa que haya distancia entre el primer atacante, en este caso en la línea defensiva, y el punta más adelantado. Con ello, propiciamos innumerables huecos a las espaldas de los adversarios, nuestros jugadores tienen más espacios para avanzar por el terreno de juego, y superar líneas del oponente, en suma el adversario si no es capaz de juntarse para defender, sufrirá. No contará con ayudas y las líneas estarán separadas peligrosamente.
Si además de a lo largo, profundidad, un equipo dispone de jugadores muy abiertos, amplitud, tiene más posibilidades de combinar y al mismo tiempo de desorganizar al adversario. Los cambios de orientación se hacen imprescindibles, puesto que el adversario se verá obligado a bascular repetidamente y de forma acertada, algo muy dificil si no lo entrenas convenientemente.
Creo que estos conceptos son muy importantes en la formación del jugador. No hablamos de movimientos estandarizados, que en muchos casos perjudican al jugador, limitando su creatividad. Al igual que otros muchos conceptos futbolísticos que no se enseñan y sí se memorizan, privando al jugador de su crecimiento individual.
Existe como no, la profundidad defensiva, aquella que realizan los jugadores en el repliegue, bien individual o colectivo. La inteligencia táctica del jugador es fundamental para manejar todas las situaciones, cuando apretar, cuando replegar. Un mundo apasionante. Un arte en toda regla. Una manera de entender el fútbol y la vida. Tuve grandes toreros que me metieron esta bendita droga, Julio y Fernando fueron mis primeros espadas, yo, su humilde banderillero.
Mis queridos amigos, nos vemos.