La frase

"Décadas prodigiosas".



Línea de cuatro

Línea de cuatro

viernes, 29 de enero de 2010

Café

Comencé con el diario desayuno. Caras de sueño, nostalgia de la cama aún caliente. El bizcocho importado de Sarria, ponía un toque distinto, y aumentaba la diversidad culinaria. El desayuno de los Serrano, volvía a quedarse pequeño.
David despertaba y se sumaba al grupo. Carmen deambulaba por la cocina mientras Natalia ya se había enchufado las pilas de duracell e imprimía un ritmo que agotaba a un servidor, perdido por la cocina intentando encontrar el tarro de la miel.
Ya estabamos todos. Yo lo llamo el primer encuentro. Más tarde, despedidas: "a remar chicos", "buen día", "concentrate en el examen", "quién recoge a David"...
Y por la tarde, un café, con un amigo.
Es todo lo que necesitamos, los nuestros cerca, comenzando el día. La llamada diaria a mi madre, el contacto intersemanal con mi hermano.
A menudo decimos que no tenemos tiempo para nada. Mentimos. Todos tenemos el mismo tiempo. Es uno de los pocos valores que no discrimina a ricos y pobres, altos y bajos, rubios y morenos. Si no tenemos tiempo para tomar un café, tortilla, caña... con tu amigo, con tu hermano, con tu padre, con tu cuñado, es que ese tiempo lo empleamos en hacer otras cosas.
Organiza tu tiempo, pero no te quedes sin esa oportunidad, reconforta un montón.
Ese café es impagable, además pagó él.
Mis queridos amigos, nos vemos

1 comentario:

  1. A ver si un día invitas a uno y nos vemos, venga pago yo y nos vemos igual.
    Un saludo.
    Fraga.

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